Hay problemas de salud que van con el tiempo de la vida
En la búsqueda de comprender los misterios de la existencia humana, a menudo nos encontramos debatiendo sobre la naturaleza de la enfermedad y su relación con nuestro ser interior. En Karuna Schoolhouse, nos esforzamos por explorar estas cuestiones profundas y compartir perspectivas que inspiren la reflexión y el crecimiento personal.
La enfermedad, a primera vista, puede parecer una situación ajena a nosotros mismos: un evento fortuito o una consecuencia inevitable de factores externos como virus, bacterias o condiciones ambientales. Sin embargo, ¿podría haber más en juego? ¿Podría la enfermedad ser también una manifestación de un desequilibrio interno, alimentado por el complejo entramado del ego que reside en nuestro interior?
Está claro que cuando nos encontramos deprimidos o en situación de estrés somos más vulnerables a ciertos tipos de problemas. Por el contrario, en otras épocas de felicidad y plenitud, nuestra salud parece blindada.
No obstante, quiero compartir mi observación de casi treinta años de atender en Terapia Holística a miles de personas, que hay ciertos tipos de problemas que van asociados a ciertas épocas de la vida y normalmente, cuando el problema se sana, desaparece, no volviendo nunca más. Sin embargo, si no se cura, es como que se esconde en nuestro interior, envejeciéndolos más rápido y volviéndonos más vulnerables. Podríamos llegar a decir, basándonos en estas observaciones, que las enfermedades que acabarán con nosotros en la vejez son las que hemos tenido mal curadas en la vida.
El Ego genera una corriente de energía
El ego, esa voz interna que a menudo moldea nuestras percepciones, creencias y acciones, ¿podría tener un papel en la manifestación de enfermedades? Algunas corrientes filosóficas y espirituales sugieren que el ego, al aferrarse a emociones negativas, patrones mentales limitantes o incluso apegos insanos, puede generar desequilibrios que se manifiestan en nuestro bienestar físico y mental.
En mi experiencia, el ego funciona como una corriente de energía que estira, afloja o aprieta el cuerpo por dentro, e incluso un poco más allá de la piel. Ya sé que suena un poco a “esotérico” esto, pero os puedo asegurar que es así. De esta forma, normalmente el ego tiene unas tendencias de tensión que quedan manifiestas en partes del cuerpo de forma estable cuando más adultos somos. En los niños o adolescentes se observa menos.
Esta modulación energética la crea la mente con su contenidos, que son tanto conscientes como inconscientes. Hay patrones de deseo en general. Unos de supervivencia, llamémosles “necesidades”; otros de falta de disciplina interna y dejadez, llamémosles “deseos”. Esto es el Ego en general.
Ademas está modulado por las experiencias traumáticas que hemos acumulado en la vida. Llamémosles “cicatrices” cuando las hemos resuelto y llamémosles “heridas abierta” cuando aún sangran por dentro, lo sepamos o no. Todas éstas generan patrones de defensa y ataque aprehendidos en nuestra mente.
Dos niveles de sanación
Lo curioso es las condiciones del Ego en general se pueden deshacer por una combinación de masajes físicos y energéticos (¿existe eso? pues sí) y en las vías reflejas, se puede deshacer temporalmente de forma profunda estas tensiones, dejando a la persona con el ego en suspensión. En este estado, la Esencia de nuestra naturaleza es libre y se manifiesta sanando e integrando las partes enfermas. Todo esto sin vitamina C, ni otros complementos, ni química ni bisturí.
Por otro lado, para desbloquear las otras tensiones más profundas asociadas a heridas, hace falta más trabajo, por lo que de hacerlo, se convierte en un proceso terapéutico.
Esto es la base de la Terapia Holística en el método THS que cree. Digamos que tiene estos dos niveles . Uno más elemental, que reduce el estrés acumulado y es por sí mismo muy saludable y otro aspecto en el que se trabaja las condiciones más profundas de la persona.
Lo cierto es que las personas sanadas interiormente tienen un sistema inmunitario más fuerte y resuelven antes los problemas de salud. Y por otro lado, enfermedades que en realidad están asociadas a procesos de heridas interiores, trabajándolas terapéuticamente, también suelen sanar de otros aspectos físicos.
No obstante, es fundamental reconocer que la enfermedad también puede ser el resultado de factores biológicos, genéticos o medioambientales sobre los cuales tenemos un control limitado. No pretendemos desacreditar estos aspectos, sino más bien abrir un espacio para la reflexión y la exploración de la relación entre nuestra salud y nuestro mundo interior.
En última instancia, el debate sobre si la enfermedad es ajena o surge como causa subyacente del ego en nuestro interior es complejo y multifacético. Invitamos a nuestra comunidad a reflexionar sobre esta cuestión, a compartir sus puntos de vista y a considerar cómo estas perspectivas podrían impactar en nuestro enfoque hacia la salud y el bienestar integral.
En Karuna Schoolhouse, valoramos el intercambio de ideas y la exploración de temas profundos que nos ayuden a crecer y comprender mejor nuestra existencia. ¡Únete a la discusión y comparte tu opinión!
Recordatorio: Este artículo no pretende sustituir el consejo médico profesional. Ante cualquier problema de salud, es fundamental consultar a un profesional de la salud debidamente capacitado.
¡Esperamos que este tema inspire reflexiones profundas y valiosas discusiones en nuestra comunidad! Juntos, exploremos el significado de la enfermedad y su relación con nuestro ser interior.